Si Hispalis, la Sevilla romana, era una ciudad importante, de la que partían hacia la capital del imperio los barcos llenos a reventar de trigo, vino, aceite y metales de la Bética, Itálica, a nueve kilómetros al norte, todavía lo era más.
En 206 antes de Cristo, cuando los romanos aun no habían levantado en Hispania más que tiendas de campaña, Publico Cornelio Escipion, alias el Africano, eligió este lugar para dejar a buen recaudo a los heridos y veteranos de su ejército, que a la sazón se estaba partiendo la cara con el cartaginés en la segunda guerra púnica. Aquí nació en el año 53 Trajano, el primer emperador de origen hispano. Y, aunque no es seguro, también pudo hacerlo su sucesor, Adriano, que construyo un nuevo barrio con anchas calles porticadas, agua corriente y cloacas.Sobre las ruinas de la parte vieja se erigió en 1595 el pueblo se Santiponce. La nueva – nueva hace 19 siglos, claro- es la que hoy se visita.
Que Itálica no fue un villorrio es algo que salta a los ojos viendo su anfiteatro elíptico de 153 metros de largo por 132 de ancho, capaz para 25.000 espectadores, que comenzó a edificarse en los primeros años de la era cristiana y se remato en tiempos de los emperadores hispanos. Al sur de este se descubren las murallas, la muy regular cuadricula urbana y las nobles viviendas cuyos elementos más ricos y expresivos, los mosaicos, han acabado dándoles nombre: la de Neptuno, la de los Pájaros, la de Planetario….Otro lugar que impresiona es el teatro, en el que podían caber holgadamente unas 3.000 personas. Esta algo apartado de todo lo demás, en el casco urbano de Santiponce.
Telefono:618-896-520
Las visitas son: Sábados, 12.00 y 13.00; visita guiada gratuita).
El resto del yacimiento se visita por libre, Telefono:955-622-266
Mas información: www.juntadeandalucia.es/cultura/italica
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