El arqueólogo alemán que había desenterrado Numancia buscaba en vano la mítica Tartessos,
cuando el gran tesoro, en realidad, estaba a la vista. Este pedazo de España salvaje, donde rio,
tierra y océano se entreveran, es uno de los últimos refugios del lince y del águila imperial ibérica, y lugar de paso, cría e invernada para decenas de miles de aves europeas y africana.
Aunque Sevilla se asoma al parque por el norte, la mejor opción para adentrarse en él se ofrece por el lado onubense. Del Centro de Recepción El Acebuche, a tres kilómetros de Matalascañas, salen las excursiones n vehículos todo terreno que, en cuatro horas, recorren los ecosistemas más representativos de Donan –la playa, las dinas, la vera, las marismas y los cotos-, llegando hasta la desembocadura del Guadalquivir, frente a la población gaditana de Sanlúcar de Barrameda.
Desde Sevilla hasta El Acebuche hay 96 kilómetros,
y se va por la autovía de Huelva (A-49), desviándose en la salida 48.
No hay comentarios:
Publicar un comentario