Las suaves formas de Sierra Morena configuran este espacio natural del extremo septentrional sevillano, el más extenso (164.840 hectáreas) y representativo de la provincia. Un paraje en el que predominan las dehesas centenarias de encinas, alcornoques y quejigos, salpicadas de pueblos de tradición ganadera –crianza del cerdo ibérico en montanera- como Cazalla y Constantina.
Es también el paraje más lluvioso (810 milímetros), lo que explica la existencia de cauces tan notables como la rivera del Huéznar, que parte el parque por la mitad y alimenta con sus aguas uno de los bosques de galería mejor conservados del sur peninsular. Para gozar de este bosque, lo mejor es seguir en bici el trazado de un antiguo ferrocarril minero que corre paralelo al rio desde la estación de Cazalla-Constantina hasta su nacimiento cerca de San Nicolás. Fresnos, olmos, sauces y alisos sombrean este tramo del Huéznar, en el que habitan nutrias y truchas.

Rebasada la zona de pozas y cascadas donde nace el rio, la vía verde enfila por entre dehesas hacia el cerro del Hierro, un espectacular paraje kárstico en el que el agua, la roca caliza y la actividad minera han obrado sorprendentes formas: simas, grutas, galerías y pasadizos.
Son 18 kilómetros, solo ida.
Más información, en http://www.sierranorterdesevilla.com/ y http://www.viasverdes.com/
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